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Mujeres en la música es una asociación de ámbito nacional que trabaja en potenciar, divulgar y promocionar el papel de las mujeres en la música clásica, especialmente en los aspectos tradicionalmente más desatendidos.

CHARLOTTE MOORMAN (1933-1991)

Aunque Charlotte Moorman no fue una compositora, fue una creadora cuya vida estuvo marcada por la música y el arte. Fue una intérprete comprometida con su tiempo y mantuvo una estrecha relación con compositores contemporáneos como John Cage y Stockhausen. Desde que descubrí a esta mujer en un artículo de la revista Art in America en el año 2000, no he dejado de hablar de ella. Puede que esta pasión se deba a la afinidad con su manera de pensar y a la necesidad de romper los moldes a los que hay que adaptarse si se quiere estudiar en un conservatorio.
Para los que nunca hayan oído este nombre, Charlotte Moorman fue una violonchelista nacida en un pequeño pueblo de Arkansas llamado Little Rock en 1933. Realizó sus estudios en Lousiana y un postgrado en la Universidad de Austin (Texas). En 1957 se separó de su marido con el cual vivía en Búfalo y se trasladó a Nueva York para estudiar en la prestigiosa Julliard School.
Allí le ocurrió una anécdota muy curiosa: para su concierto de graduación quiso elegir una pieza que despertara su interés, ya que estaba cansada de interpretar siempre los mismos conciertos clásicos, por ello propuso 26 minutos 1499 segundos para instrumento de cuerda de John Cage. La partitura requería, además de extraer del chelo ruidos de bombas, tocar el pito, introducir cintas grabadas, poner discos de jazz y de rock, gritar, cocinar setas y comérselas, y mantener conversaciones telefónicas con políticos. Pero la pieza no fue aceptada. Años más tarde cuando se hizo famosa, la Julliard School le pidió que interpretara esta pieza, pero ella se negó.
Tras sus estudios ingresó en la New American Symphony, bajo dirección de Leopold Stokowski; además era miembro de los Bocherini Players, e intervino en grabaciones sinfónicas y trabajos publicitarios.
Siempre sintió una gran inquietud por el arte y vivir en Nueva York le facilitó rodearse de artistas muy interesantes. Por ejemplo, durante varios años compartió su piso con Yoko Ono. Creó y practicó arte ambiental, escultura corporal, performance, video arte, música de acción y arte multimedia.
Aunque interaccionó con distintos artistas como John Cage o Joseph Beuys, la figura más importante a lo largo de su carrera fue el video artista Nam June Paik. Trabajar con él le permitió desarrollar una faceta artística que la música clásica no le había permitido. Tan importante fue para ella esta asociación con Paik que fue fiel a ella a pesar de sus nefastas consecuencias que finalmente le obligaron a abandonar su puesto en la New American Symphony.
Además de intérprete de obras de vanguardia destacó como portavoz para el arte avanzado, organizando el Festival Anual de Vanguardia de Nueva York entre 1963 y 1980, año en el que enfermó de cáncer y no pudo continuar su labor.

Entre sus aportaciones destacan:

Góndola Happening, 1966. El recital tuvo lugar en la bienal de Venecia de 1966 a bordo de una góndola. Además de una obra de John Cage, interpretó una variación de Saint Saens hecha por Nam June Paik, la pieza exigía saltar dentro del canal para tocar la pieza con el cuerpo totalmente mojado. Al finalizar el concierto tuvo que acudir rápidamente al hospital para ponerse una inyección contra el tifus debido a la suciedad del agua.

Opera Sextronique.1967. Se trata de la pieza de la polémica, la que le llevó a la fama y le obligó a romper con la música clásica.
La pieza tenía cuatro arias o actos. En el primer acto, Charlotte llevaba una especie de bikini fabricado con pequeñas luces que se activaban con las notas de la melodía, iluminando un pecho u otro, o la parte inferior de la prenda, en un escenario oscuro. En el segundo acto llevaba una falda y nada más. Iba en topless, tocaba el chelo y se ponía y se quitaba una serie de máscaras grotescas. En el tercer acto tenía que estar desnuda de cintura hacia abajo, con un traje de futbolista y un casco y en el cuarto acto tenía que estar totalmente desnuda. Por supuesto, no pudo pasar del segundo acto. Primero un policía le gritó para que se pusiera cubrepezones; se colocó unas pequeñas hélices que además de zumbar tintineaban contra el violonchelo. Más tarde media docena de policías irrumpieron en escena y a pesar de que el público se interpuso se la llevaron detenida. Después de este suceso, el mundo de la música convencional le lanzó un ultimátum: o dejaba sus experimentos, o abandonaba las filas clásicas. Cosa que no dudó ni un momento a pesar de sentirse culpable, ya que debido a este episodio su madre sufrió un ataque cardiaco.
En 1977, diez años más tarde, Paik alquiló el Carnegie Hall y repusieron su Ópera Sextronique, esta vez denominada Los habitantes del Estado de Nueva York contra Charlotte Moorman, los policías eran actores y la entrada costaba diez dólares.

TV Bra for Living Sculpture.1969. Otra original creación de Paik, que de este modo intentaba humanizar la tecnología. Consistía en dos monitores de televisión de pequeño tamaño atados a los pechos de Charlote. Ella no sabía para quien tocaba ya que tenía colocado un espejo enfrente para ver como se iban modificando las imágenes: temblaban, saltaban, se alongaban u ondulaban según la vibración de las cuerdas.
TV Bra for Living Sculpture. Peter Moore

Concerto for TV Cello and Videotapes, 1971. En esta ocasión Paik construyó para ella un violonchelo formado por tres pantallas de televisión de diferentes tamaños, tenía una sola cuerda y estaba conectado a varios pedales de efectos, lo que producía sonidos electrónicos bastante extraños.

Underwater cello, 1972. Donde tocó sumergida en una jaula transparente con un violonchelo de color rosa y con un traje subacuático prestado por Jacques Cousteau.

Chocolate Cello, 1973. El recital lo realizó cubierta de chocolate a pesar del temor a que todos sus poros se taparan y morir por asfixia.

Una de sus piezas más impresionantes fue la escultura que realizó en sus últimos años de vida, en Needle Cello, 1989. Construyó un violonchelo con las jeringuillas que utilizaba para inyectarse morfina varias veces al día para paliar el dolor que sufría por su enfermedad.
Las aportaciones hechas por Moorman y Paik en sus respectivos campos tardaron en ser admitidas oficialmente. En 1989, cuando Moorman estaba muy enferma, la ciudad, a través de su alcalde David Dinkins, reconociendo el papel que había desempeñado en la evolución de Nueva York como centro internacional de arte proclamó el 11 de enero de ese año como Día de Charlotte Moorman.
Charlotte murió en noviembre de 1991, a los 58 años de edad.

Artículo enviado por ARANTXA HERNÁNDEZ

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