CONCIERTO 8 DE MARZO DE 2010

DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

Notas al programa, por Hertha Gallego


Foto: Elena Martín Barce


El apellido de Marianne von Martinez ( Viena 1744-1812) delata un inequívoco origen español. En su vida es crucial el encuentro con el divino Metastasio, quien modeló su estilo. Martínez se convirtió en una consumada clavecinista y cantante, además de compositora. La tersa y límpida Sonata en La Mayor (1763?), está recogida en su Raccolta Musicale, op. 4. También fue amiga de Mozart y de Haydn.

Carmen Santiago de Merás, (1917-2005) fue excelente pianista, que compaginó la labor docente con la compositiva. Estudió en el Conservatorio de Madrid (donde posteriormente llegaría a ser profesora) con Julio Gómez. Rasgos infantiles está escrita en 1981 pensando en esas generaciones de niños a los que impartió solfeo en las aulas que entonces estaban en lo que es hoy el Teatro Real (las que yo conocí…). Ah, la nostalgia.

Sofía Gubaidulina (1931) no necesita casi presentación. La compositora rusa lidera, junto con Schnittke y quizá Ustvol´skaya, la música de su país. Su aspiración es encontrar una conexión espiritual –religiosa- a través del sonido, buscando la absoluta unidad entre una idea inicial y su realización. La criatura que se enfrentara con Juguetes musicales (1969), atraída por el sabor pastoral de piezas como “El trompetista en el bosque” o “Trineo con campanitas” pronto se vería desalentada, porque es para un más consumado intérprete.

La compositora madrileña Mercedes Zavala (1963) cuenta con el aval unánime de la profesión desde que en 1989 estrenara sus primeras obras en Inglaterra. A ello suma un amplio reconocimiento internacional, que continúa en España con su presencia desde 1999 en la mayoría de Festivales y ciclos de música contemporánea. La peculiaridad de Mirada, compuesta en 1990, es que cada pieza está dedicada a un alumno o alumna en particular y trata de reflejar su forma de ser, de tocar, “de dar la lata”, o incluso su forma de componer. Así ¿nos cuesta imaginarnos el carácter de “Movimiento perpetuo”? Era de esperar que tal obra interesase en talleres y escuelas de música de todo el mundo y se ha convertido en su composición más representativa e interpretada.

La polaca Maria Szymanowska (1789-1831) fue gran pianista, que encandiló al público con su virtuosismo. Ni el mismo Goëthe se pudo resistir a su influjo. Muchos famosos músicos se dieron cita en su salón petersburgués : Robert y Clara Schumann, Chopin, Liszt, Beethoven, Rossini… Como compositora, destacan sus más de cien mazurcas, fantasías y polonesas, de encendido patriotismo.

Rosa García Ascot fue pianista y la única mujer del Grupo de los Ocho –una tentativa de emular al famoso “Grupo de los Seis” francés, que comprendía a compositores de los años veinte como Ernesto Halffter, Pittaluga o Bacarisse, (Generación del 27). El magisterio de Falla es una de las claves de su obra; la otra, el exilio junto a su marido, Jesús Bal y Gay, a México tras nuestra desgraciada guerra civil. Los Preludios para piano (1938) nos retrotraen a aquella época.

La obra de Matilde Salvador (1918-2007) no se comprende sin los lazos que la unen a Castellón, su tierra natal. Perteneciente, como García Ascot, a la Generación de la República, en su producción es básica la obra para la escena, en la que contará con el concurso de su marido, el también compositor Vicente Asencio. En su copioso catálogo encontramos una Sonatina para piano (1948) en la que resuena el eco de sus palabras: “Busco siempre que en el contenido emocional haya una resonancia popular”.

La original e intensa trayectoria de Emiliana de Zubeldía (1888-1987) cierra de manera brillante este plantel de capaces creadoras. Su formación se desarrolla entre Pamplona, Madrid y París, en donde desplegará sus grandes dotes de pianista, directora de orquesta, pedagoga y autora, pero es en 1937, en México, cuando atraída por las teorías acústicas de Novaro, compone en la Universidad de Sonora la parte más vanguardista de su producción. Once tientos data de esta época y es una obra fuertemente comprometida con su tiempo.

Hertha Gallego de Torres