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Mujeres en la música es una asociación de ámbito nacional que trabaja en potenciar, divulgar y promocionar el papel de las mujeres en la música clásica, especialmente en los aspectos tradicionalmente más desatendidos.

RESPUESTA de MERCEDES ZAVALA A CONCHA HERNÁNDEZ, Directora de Ellas Crean

Atendiendo a la petición de algunas socias y de personas que se han adherido a la Carta Abierta a J.L.Rodríguez Zapatero sobre Ellas Crean 2010, hago pública mi contestación a Concha Hernández, directora del Festival, quien me envió un correo electrónico sobre esta carta abierta a mi correo personal con copia al de Mujeres en la Música.

A este blog han llegado algunos comentarios maliciosos que cuestionan mis intenciones al elevar esta queja, por lo que creo que es bueno mostrar los argumentos que me han impulsado a ello de manera extensa y razonada, como hago en este escrito.

No publico la carta de Concha Hernández por respeto a su privacidad. En cualquier caso si ella lo desea estaré encantada de publicarla en este Blog.

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A la atención de

Concha Hernández

Directora de Ellas Crean

7 de abril de 2010

Estimada Concha:

Atendiendo a su carta del 20 de marzo, dirigida personalmente a mí, y que no he podido leer hasta el día 6 de abril por encontrarme de viaje, le contesto a continuación a título personal.

Su carta responde a la “Carta abierta a J.L.R.Zapatero sobre Ellas Crean 2010” que aún no le ha sido enviada, ni a usted ni a las otras instancias que la encabezan, pero cuyo contenido efectivamente se ha difundido entre profesionales de la música con el fin de recoger firmas y tantear si hay suficiente respaldo a lo expresado. Una vez obtenido éste, ahora que las firmas rebasan la centena y que han llegado múltiples mensajes de adhesión, procede enviar el escrito como expresión del sentir manifestado por buen número de profesionales de reconocido prestigio. Y así lo haré.

Como profesional y ciudadana es mi derecho opinar públicamente sobre la programación de este y otros festivales, pero como Presidenta de la Asociación Mujeres en la Música es mi deber hacerlo y propiciar mejoras en las políticas culturales y de igualdad que considero erróneas y/o discriminatorias.

Desde el momento en que el evento es presentado, y por tanto asumido, por el Presidente del Gobierno de la Nación, además de por dos Ministerios, el orden de jerarquías institucionales que encabeza la carta no puede ser otro, aunque a usted le parezca desmedido. Si Ellas Crean no hubiese tenido este respaldo institucional no habría sido necesario intervenir. Precisamente lo que me parece inadmisible es que en aras de políticas culturales y de igualdad se excluya a uno de los colectivos que el propio título del festival debería representar con preferencia. Desde nuestro escrito no se propone excluir a nadie, sino que se lamenta que sí se excluya a las compositoras de música, tanto a las pretéritas como a las actuales.

Las palabras tienen su importancia, más allá del eslogan mediático, y si se divulga y avala por el Ministerio de Cultura un festival bajo el lema “Ellas Crean” no debería estar ausente la creación musical, ni limitarse su presencia a mostrar “talento” o “creatividad” en un escenario, sino incluir genuinas creaciones musicales realizadas por profesionales formadas para ello, actuales o pretéritas, otorgándole la dimensión y la importancia que merecen, más allá de “estilos” o tendencias en las modas musicales de consumo.

Si el Ministerio de Igualdad utiliza como bandera de su política el festival Ellas Crean,
razón de más para no insistir en modelos sexistas y sobradamente estudiados en los que desaparece precisamente el trabajo creativo de las mujeres, y por contrapartida se enfatiza y visibiliza el rol de la mujer como vehículo de transmisión de la creación masculina. Predominan, perpetuando otro tópico, las cantantes, en vez de aprovechar este contexto para realzar también el trabajo de las mujeres en otras especialidades instrumentales no catalogadas tradicionalmente como femeninas y que suelen pasar desapercibidas. Si Ellas Crean, en sus propias palabras, “es además un espacio para la reflexión acerca del lugar que ocupan las mujeres en la sociedad y en las diferentes manifestaciones artísticas”, que quiere también invitar a hombres a participar, podría más bien transmutar los roles, por ejemplo, e invitar a intérpretes varones a mostrar el repertorio femenino, o mejor aún, hacerlo con una Orquesta Sinfónica en la que hombres y mujeres juntos incorporen y divulguen un repertorio diferente con los medios que merece. Es difícil ver una reflexión seria en este sentido cuando se están perpetuando tópicos sobre arte y género.

Desde Mujeres en la Música y otras asociaciones similares en muchos países de todo el mundo trabajamos hace años en superar el binomio “la mujer transmite-el hombre crea”, la “mujer-cuerpo” en escena frente al “hombre-mente” creador de la obra, propiciando la incorporación del repertorio histórico de compositoras. Mujeres en la Música lleva casi dos décadas aquí, en el Instituto de la Mujer, por lo que creo que es usted la que, si necesitaba asesoramiento, se podía haber dirigido a nosotras. Pero usted parece ignorar estos trabajos y el resultado de ellos, o se limita a contratar a las intérpretes sin parecer importarle el contenido de sus programas. Es una pena que tanto esfuerzo derive en lo de siempre: para programar el Viaje de invierno de Schubert –obra maravillosa pero fuera de contexto aquí- no hacía falta todo esto.

Sus palabras solo confirman lo pertinente de nuestra queja: que no hay compositoras programadas, ni actuales ni históricas. Pero no contesta la razón, ni el sentido de programar compositores varones del XVII, XVIII y XIX en tres conciertos, en vez de compositoras de los mismos siglos.


Tras el párrafo anterior debería comprender que usted se equivoca cuando piensa que la queja viene motivada exclusivamente por la ausencia de música contemporánea. Esta no es una reivindicación de carácter corporativo de algunas compositoras buscando su hueco. Este lugar lo tenemos ya como profesionales de la música que somos, y no depende de nuestra inclusión en Ellas Crean u otro festival similar, sino que es fruto de nuestro esfuerzo y del trabajo que día a día realizamos en nuestro ámbito profesional. Precisamente por eso no me he dirigido directamente a usted, buscando un trato de favor para mí o para mis colegas: es una causa que va mucho más allá.

En su carta enumera una lista de “estilos musicales” que –dice- caben en la programación, entre ellos la música clásica y la contemporánea. Permítame decirle que esto es un error de bulto. Considerar que el enorme repertorio y complejidad del patrimonio musical occidental, con todos sus siglos de literatura vocal e instrumental, incluida la actual, es un “estilo” musical evidencia las carencias de visión con las que se ha realizado la programación musical y no aclara porqué, de todas formas, no los incluye. La edición de 2008 efectivamente suscitó expectativas en este sentido, pero la de 2009 volvió a instalarse en lo mismo de años anteriores. La programación de 2010 incluso agrava la situación a pesar de estar dotada, claramente, de muchos más recursos. No es necesaria su insistencia en explicarme en qué consiste Ellas Crean: es claro que tiene vocación mediática y que prefiere el escaparate al contenido.

Por último, el hecho de que Ellas Crean sea internacional, o precisamente por ello, no excusa la ausencia de compositoras e intérpretes nacionales en el terreno de la música de creación. Mucho más cuando se ha desplegado la bandera de la Presidencia Europea para dar brillo y esplendor al despliegue mediático.

Esta protesta parte de la convicción de que un festival independiente puede programar a su antojo, pudiendo gustarnos o no sus propuestas, pero si viene avalado institucionalmente a tan alto nivel, adquiere una dimensión muy diferente y se expone a la crítica, por supuesto constructiva, de la ciudadanía.

Aunque mis palabras, en aras de la claridad, puedan resultar contundentes, le garantizo mi disposición al diálogo y le aseguro que mi único objetivo es encauzar y mejorar una iniciativa asentada en aspiraciones bienintencionadas. No tengo ningún inconveniente en reconocerle el esfuerzo y la dedicación, gracias a los cuales usted y el resto de las personas que hacen posible Ellas Crean han logrado situarlo en un primer plano, razón por la cual nos importa su evolución.

Quedando a su disposición, se despide atentamente

Mercedes Zavala



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