MEL BONIS Y CECILE CHAMINADE

LAS COMPOSITORAS

Cécile Chaminade (1857-1944) nació en París y recibió las primeras lecciones musicales de su madre, pianista y cantante. Empezó a componer ya antes de los 10 años. Pese a mostrar un talento precoz el padre se opuso a su entrada en el Conservatorio de París, por lo que estudió privadamente con profesores de esta institución. Acabó por ser reconocida especialmente en EEUU y Europa, por donde llevó su música actuando como pianista profesional. Nos ha dejado un catálogo de cerca de 400 obras, entre las que cabe destacar algunas orquestales (conciertos, el ballet Callirhoë, y una ópera cómica, La Sévillana. Pero seguramente sus obras más personales se encuentran entre la música para piano y las canciones. En este último género es una figura fundamental para entender la evolución de la canción francesa. Fue la primera mujer que recibió la Legión de Honor, además de numerosos premios. Sin embargo el canon musical ha tendido a clasificar su canciones como “de salón”, una manera habitual de desdeñar las composiciones de mujeres. Atendió también al repertorio pedagógico, escribiendo algunas deliciosas piezas para la infancia,

otro género ignorado si no despreciado generalmente por la musicología académica. Sin embargo su música destila ironía, humor, ligereza en muchas ocasiones, lo que no es óbice para que se reconozca su calidad y su potente talento, siendo además una melodista exuberante que posee un equilibrado sentido de la forma. A pesar del desdén académico su obra tuvo mucho éxito y fue entusiastamente recibida en giras internacionales.

Mel Bonis, nombre artístico de Melanie Bonis
(1858-1937) nació en París en el seno de una

familia de clase media acomodada. Tras las primeras clases particulares ingresó en el Conservatorio de París en la clase de armonía de Ernest Guiraud y en la de órgano de César Franck. Fue compañera de Claude Debussy y de Gabriel Pierné. Durante aquellos años. Su vida estuvo marcada por un amor prohibido que le atormentó durante toda su vida. Esta circunstancia hizo que dejase el Conservatorio y contrajese un matrimonio de conveniencia. Durante los 10 años se dedicó íntegramente a la familia, volviendo a componer a partir de 1894, especialmente obras para piano aunque también música de cámara, piezas corales, canciones, obras para órgano y algunas orquestales. Su escritura pianística es excepcionalmente idiomática e imaginativa. Gracias a la Association Mel Bonis (www.mel-bonis.com), fundada por Christine Geliot, se está recuperando, editando y posibilitando la divulgación de su obra.

Mercedes Zavala