NOTAS AL PROGRAMA por Cecilia Piñero Gil
Amy Marcy Beach (1867-1944) fue una prolífica e inspirada creadora de gran rigor y disciplina compositiva, cuyos himnos forman parte de la música sagrada protestante. Debe ser considerada como la primera compositora estadounidense que consiguió reconocimiento en vida por su trayectoria creativa. Demostró desde la más tierna infancia un extraordinario talento musical comenzando la formación musical con su madre, una dotada cantante y pianista aficionada. Después de haber iniciado una prometedora carrera concertística, contrae matrimonio tras lo cual, y para atender al deseo de su esposo, abandona la interpretación pi
anística profesional ofreciendo tan solo conciertos benéficos, dedicándose desde entonces a la composición. Su fama como creadora irá en aumento, retomando, a raíz de la muerte de su esposo en 1911, su carrera pianística. Cofundadora en 1925 y primera presidenta de la American Women Composers, Amy Beach, que participó activamente en la Asociación Nacional de Profesores de Música, dejó un amplísimo catálogo compositivo que comprende música orquestal, camerística, pianística, música vocal secular – incluida una ópera - y religiosa, así como diversos escritos.
Vida y obra, lo privado y lo público. Mel Bonis (1858 - 1937) - seudónimo de Mélanie Hélène Bonis - nos muestra su vida y obra en un contexto donde las mujeres estaban predestinadas al ámbito privado del hogar, del matrimonio de conveniencia, donde no cabía en una mujer ni la creación ni
el matrimonio por amor. Nacida en París, en el seno de una familia pequeño-burguesa con fuertes convicciones religiosas, dio muestras desde la más tierna infancia de un excepcional talento musical. Por mediación de un amigo de la familia fue presentada en 1876 a César Franck quien comenzó a darle clases de piano. Ingresó en 1877 en el Conservatorio de París donde estudió brillantemente diversas disciplinas y donde conoció al gran amor de su vida, Amédée Landely Hettich. Tras la negativa de su familia de consentir el matrimonio tuvo que abandonar el Conservatorio viéndose forzada a un matrimonio de conveniencia con un rico industrial 25 años mayor que ella, viudo en dos ocasiones y con cinco hijos varones. Después de diez años de matrimonio “representando” escrupulosamente el papel esposa y madre – con tres hijos propios -, Mel Bonis comenzó a componer a partir del reencuentro en 1890 con su antiguo amor igualmente casado. Hettich la animó profesionalmente y la ayudó a relacionarse en la vida musical de París. De esta relación extramatrimonial nacería una hija ilegítima, Madeleine. Mel Bonis se vio forzada a revelar la identidad de Madeleine a raíz de que ésta y un hijo de la 
compositora entablaron una relación amorosa. Este drama personal se incrementó por las profundas creencias religiosas de Bonis. La actividad musical de Bonis se vio incrementada por medio de su incorporación a la "Société des compositeurs de musique" (SCM) de la que llegó a ser secretaria. Galardonada en diversas ocasiones su vida concluyó marcada por la soledad y la tristeza de la pérdida de un hijo. Su catálogo compositivo comprende más de 300 obras - muchas de ellas publicadas por prestigiosas editoras parisinas - destacando obras sinfónicas, camerísticas, pianísticas, organísticas, canciones y obras corales. De inspirada factura, cercana en ocasiones a César Franck, sus creaciones están enmarcadas en un romanticismo tardío, de singular eclecticismo que muestra trazos impresionistas y neoclasicistas, entre otros.
También tuvo que superar las reticencias de su padre respecto a sus inclinaciones musicales Cécile Chaminade (1857-1944). Nacida en Bris, recibió las primeras lecciones musicales de su madre, pianista y cantante. Su familia mantenía una excelente amistad con el compositor Chales Bizet quien propuso que la niña, que a los 8 años había compuesto algunas pequeñas piezas, realizara el examen de ingreso del Conservatorio de París. El padre, después de que Cécile superara con brillantez la prueba, se opuso al ingreso aduciendo que una dama de la burguesía francesa estaba destinada a ser madre y esposa. A pesar de ello, Cécile Chaminade, a instancias de Bizet comenzó a recibir clases particulares de profesores del Conservatorio parisino. Al cumplir 18 años, y aprovechando un viaje profesional de su padre, debutó en la sala Pleyel con gran éxito de público y crítica, lo que le abrió las puertas para comenzar al año siguiente una serie de conciertos interpretando su propia música. Comenzó entonces giras por Europa y E.E.U.U. La precaria situación económica en la que quedó su
familia tras el fallecimiento de su padre y el hundimiento de los negocios familiares hizo que se tuviera que dedicar a ofrecer conciertos por toda Europa. Se casó en 1901 con un editor musical del que quedó viuda en 1907 sin que volviera a contraer matrimonio. De su catálogo - que contiene más de 350 obras orquestales, escénicas, camerísticas, pianísticas y vocales - destacan sobre todo sus canciones. Su producción, marcada por el eclecticismo estilístico, un inspirado melodismo y una variada gama de combinaciones instrumentales, obtuvo reconocimiento tanto institucional como del público. El Gobierno francés la designó, en 1892, oficial de instrucción pública y, posteriormente, la honró nombrándola caballero de la Legión de honor, siendo la primera mujer que alcanzó tal distinción.
Fanny Mendelssohn (1805-1847), hermana mayor de Félix Mendelssohn Bartholdy, pertenecía a una culta y post-ilustrada familia judía de gran fortuna. Los vástagos de la familia Mendelssohn recibieron una esmerada educación que incluía idiomas, música, dibujo, ciencias y equitación. La familia Mendelssohn, en la generación de Fanny, se convirtió al Cristianismo, a pesar de lo cual Fanny retuvo los valores culturales del judaísmo liberal. La vida de Fanny estuvo programada por su padre y su abuelo quienes eran de la opinión de que "una moderada educación hace a una joven más atractiva, pero hay que evitar actitudes de erudita". De hecho nunca tuvo permiso para presentarse en público como pianista. Tan sólo se conoce una
actuación pública de Fanny en 1838 en un concierto benéfico interpretando el Primer concierto para piano de su hermano. A los veinticuatro años se casó con Wilhelm Hensel (1794-1861), un pintor de la corte prusiana en Berlín, con el que tuvo un matrimonio feliz y un hijo. A partir de 1830 Fanny se convirtió en una figura central de la típica cultura del salón romántico donde la música ocupaba un lugar de primer orden. Compuso más de cuatrocientas obras incluido un oratorio de grandes dimensiones. Hoy su música, llena de gran lirismo, es objeto de estudio y la Fundación Mendelssohn ha iniciado la recatalogación e impresión de todos sus trabajos.
El binomio mujeres y música en España tiene en María Luisa Ozaita (1939) una indiscutible pionera. Fundadora y presidenta de honor de la Asociación Mujeres en la Música, es una de las más destacadas compositoras del panorama actual. Su sólida formación en España y en el extranjero – estudió piano con Juan Carlos Gómez Zubeldía, composición con Fernando Remacha y Leif Thybon, y clave con Kenneth Gilbert y K. J. Isaksen – se vio pronto proyectada en un catálogo compositivo que contempla obras sinfónicas, camerísticas, para instrumentos solistas, vocales y de escena. La fundación en 1988 de la Asociación Mujeres en la Música sería el
punto de partida para una encomiable labor de difusión y promoción de la música de mujeres en todos y cada uno de los ámbitos en los que ha desarrollado su brillante carrera musical, ya sea como docente, intérprete, creadora o investigadora. Destacar entre los muchos eventos protagonizados por esta incansable mujer, la organización y presidencia del 8º Congreso Internacional de Mujeres en la Música celebrado en Bilbao en 1992. La obra que hoy escucharemos Strawinskyanas para dos pianos es una obra de 1998 estrenada en la norteamericana Universidad de Cincinnati por los pianistas Mª José Martín – a quien está dedicada la obra – y Christopher Bradshaw.
anística profesional ofreciendo tan solo conciertos benéficos, dedicándose desde entonces a la composición. Su fama como creadora irá en aumento, retomando, a raíz de la muerte de su esposo en 1911, su carrera pianística. Cofundadora en 1925 y primera presidenta de la American Women Composers, Amy Beach, que participó activamente en la Asociación Nacional de Profesores de Música, dejó un amplísimo catálogo compositivo que comprende música orquestal, camerística, pianística, música vocal secular – incluida una ópera - y religiosa, así como diversos escritos.Vida y obra, lo privado y lo público. Mel Bonis (1858 - 1937) - seudónimo de Mélanie Hélène Bonis - nos muestra su vida y obra en un contexto donde las mujeres estaban predestinadas al ámbito privado del hogar, del matrimonio de conveniencia, donde no cabía en una mujer ni la creación ni
el matrimonio por amor. Nacida en París, en el seno de una familia pequeño-burguesa con fuertes convicciones religiosas, dio muestras desde la más tierna infancia de un excepcional talento musical. Por mediación de un amigo de la familia fue presentada en 1876 a César Franck quien comenzó a darle clases de piano. Ingresó en 1877 en el Conservatorio de París donde estudió brillantemente diversas disciplinas y donde conoció al gran amor de su vida, Amédée Landely Hettich. Tras la negativa de su familia de consentir el matrimonio tuvo que abandonar el Conservatorio viéndose forzada a un matrimonio de conveniencia con un rico industrial 25 años mayor que ella, viudo en dos ocasiones y con cinco hijos varones. Después de diez años de matrimonio “representando” escrupulosamente el papel esposa y madre – con tres hijos propios -, Mel Bonis comenzó a componer a partir del reencuentro en 1890 con su antiguo amor igualmente casado. Hettich la animó profesionalmente y la ayudó a relacionarse en la vida musical de París. De esta relación extramatrimonial nacería una hija ilegítima, Madeleine. Mel Bonis se vio forzada a revelar la identidad de Madeleine a raíz de que ésta y un hijo de la 
compositora entablaron una relación amorosa. Este drama personal se incrementó por las profundas creencias religiosas de Bonis. La actividad musical de Bonis se vio incrementada por medio de su incorporación a la "Société des compositeurs de musique" (SCM) de la que llegó a ser secretaria. Galardonada en diversas ocasiones su vida concluyó marcada por la soledad y la tristeza de la pérdida de un hijo. Su catálogo compositivo comprende más de 300 obras - muchas de ellas publicadas por prestigiosas editoras parisinas - destacando obras sinfónicas, camerísticas, pianísticas, organísticas, canciones y obras corales. De inspirada factura, cercana en ocasiones a César Franck, sus creaciones están enmarcadas en un romanticismo tardío, de singular eclecticismo que muestra trazos impresionistas y neoclasicistas, entre otros.También tuvo que superar las reticencias de su padre respecto a sus inclinaciones musicales Cécile Chaminade (1857-1944). Nacida en Bris, recibió las primeras lecciones musicales de su madre, pianista y cantante. Su familia mantenía una excelente amistad con el compositor Chales Bizet quien propuso que la niña, que a los 8 años había compuesto algunas pequeñas piezas, realizara el examen de ingreso del Conservatorio de París. El padre, después de que Cécile superara con brillantez la prueba, se opuso al ingreso aduciendo que una dama de la burguesía francesa estaba destinada a ser madre y esposa. A pesar de ello, Cécile Chaminade, a instancias de Bizet comenzó a recibir clases particulares de profesores del Conservatorio parisino. Al cumplir 18 años, y aprovechando un viaje profesional de su padre, debutó en la sala Pleyel con gran éxito de público y crítica, lo que le abrió las puertas para comenzar al año siguiente una serie de conciertos interpretando su propia música. Comenzó entonces giras por Europa y E.E.U.U. La precaria situación económica en la que quedó su
familia tras el fallecimiento de su padre y el hundimiento de los negocios familiares hizo que se tuviera que dedicar a ofrecer conciertos por toda Europa. Se casó en 1901 con un editor musical del que quedó viuda en 1907 sin que volviera a contraer matrimonio. De su catálogo - que contiene más de 350 obras orquestales, escénicas, camerísticas, pianísticas y vocales - destacan sobre todo sus canciones. Su producción, marcada por el eclecticismo estilístico, un inspirado melodismo y una variada gama de combinaciones instrumentales, obtuvo reconocimiento tanto institucional como del público. El Gobierno francés la designó, en 1892, oficial de instrucción pública y, posteriormente, la honró nombrándola caballero de la Legión de honor, siendo la primera mujer que alcanzó tal distinción.Fanny Mendelssohn (1805-1847), hermana mayor de Félix Mendelssohn Bartholdy, pertenecía a una culta y post-ilustrada familia judía de gran fortuna. Los vástagos de la familia Mendelssohn recibieron una esmerada educación que incluía idiomas, música, dibujo, ciencias y equitación. La familia Mendelssohn, en la generación de Fanny, se convirtió al Cristianismo, a pesar de lo cual Fanny retuvo los valores culturales del judaísmo liberal. La vida de Fanny estuvo programada por su padre y su abuelo quienes eran de la opinión de que "una moderada educación hace a una joven más atractiva, pero hay que evitar actitudes de erudita". De hecho nunca tuvo permiso para presentarse en público como pianista. Tan sólo se conoce una
actuación pública de Fanny en 1838 en un concierto benéfico interpretando el Primer concierto para piano de su hermano. A los veinticuatro años se casó con Wilhelm Hensel (1794-1861), un pintor de la corte prusiana en Berlín, con el que tuvo un matrimonio feliz y un hijo. A partir de 1830 Fanny se convirtió en una figura central de la típica cultura del salón romántico donde la música ocupaba un lugar de primer orden. Compuso más de cuatrocientas obras incluido un oratorio de grandes dimensiones. Hoy su música, llena de gran lirismo, es objeto de estudio y la Fundación Mendelssohn ha iniciado la recatalogación e impresión de todos sus trabajos.El binomio mujeres y música en España tiene en María Luisa Ozaita (1939) una indiscutible pionera. Fundadora y presidenta de honor de la Asociación Mujeres en la Música, es una de las más destacadas compositoras del panorama actual. Su sólida formación en España y en el extranjero – estudió piano con Juan Carlos Gómez Zubeldía, composición con Fernando Remacha y Leif Thybon, y clave con Kenneth Gilbert y K. J. Isaksen – se vio pronto proyectada en un catálogo compositivo que contempla obras sinfónicas, camerísticas, para instrumentos solistas, vocales y de escena. La fundación en 1988 de la Asociación Mujeres en la Música sería el
punto de partida para una encomiable labor de difusión y promoción de la música de mujeres en todos y cada uno de los ámbitos en los que ha desarrollado su brillante carrera musical, ya sea como docente, intérprete, creadora o investigadora. Destacar entre los muchos eventos protagonizados por esta incansable mujer, la organización y presidencia del 8º Congreso Internacional de Mujeres en la Música celebrado en Bilbao en 1992. La obra que hoy escucharemos Strawinskyanas para dos pianos es una obra de 1998 estrenada en la norteamericana Universidad de Cincinnati por los pianistas Mª José Martín – a quien está dedicada la obra – y Christopher Bradshaw.Cecilia Piñero Gil, musicóloga
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